miércoles, 12 de diciembre de 2007

Para explicar el papel de los medios de comunicación y de la publicidad es necesario remitirse a las explicaciones que en 1987 Eibl-Eibesfeldt ofreció en las que nos remitía al Modelo de la Psicología del aprendizaje que defiende que todo comportamiento violento nace de un aprendizaje previo. Desde pequeños, los niños son socializados en la violencia como un método para alcanzar logros sociales. Desde esta perspectiva, los modelos y estereotipos que difunde la televisión, el cine, la música o la publicidad, podrían llevar a un aprendizaje de actitudes y conductas violentas.

Los medios de comunicación han reproducido algunos valores asociados con la agresividad masculina (competencia, virilidad, honor, poder, lucha…), permitiendo la glorificación del sexo masculino en detrimento del femenino. La cultura occidental ha dado todo el protagonismo al hombre, del cual se exige una continua reedición de su hombría que conduce a veces a la violencia de género. No obstante, es cierto también que la mujer está incrementando lentamente su presencia en delitos que cursan con violencia en respuesta a la masculinización de sus actividades, gustos y valores.

En el caso de la violencia de género en el discurso publicitario determinarían la acción violenta por sí misma, pero sí permitiría que los sujetos tuvieran un alto nivel de conocimientos sobre cómo agredir a otra persona. Miguel Rodrigo Alsina, en 1998, considera que la violencia, presente sobre todo en películas y series televisivas, encuentra su cobijo también en la publicidad y en los informativos.

En definitiva, Berkowitz defiende que la violencia que se emite por televisión parece contribuir en la aparición y desarrollo de efectos antisociales en los públicos y que hay distintos tipos de efectos provocados por la violencia televisada: aprendizaje de actitudes y conductas agresivas, insensibilidad ante la violencia y temor a ser víctima de la violencia. Además, la forma de representación de la violencia es fundamental para determinar su capacidad de generar efectos en los espectadores, pues no toda manifestación violenta en televisión tiene el mismo riesgo de perjudicar a los públicos.

ESTADÍSTICAS
Violencia de género con resultado de muerte en 2006:
-Subtotal en al ámbito intra familiar: 84
-Parejas o ex parejas: 74
-Otras relaciones familiares: 14
-Agresión sexual: 5
-Tráfico de mujeres y prostitución: 4
-Otras víctimas indirectas: 4
-Total víctimas: 93

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