GRANADA.- El hijo de Ana Orantes, acusado de agredir a su pareja, ha quedado en libertad con cargos por un delito de maltrato en el ámbito familiar, después de prestar declaración en el Juzgado de Instrucción número 1 de Santa Fe (Granada).
El presunto agresor, J.P.O., de 39 años, fue detenido la madrugada del sábado horas después del incidente, que tuvo lugar en el domicilio conyugal de la pareja, en Cúllar Vega (Granada).El juez ha dictado una orden de alejamiento contra J.P.O. que, en su vertiente penal, le prohíbe acercarse a su pareja, identificada como T.F. pero conocida como Cristina, a más de 500 metros de ésta durante seis meses, así como a comunicarse con ella bajo ningún medio. En su vertiente civil, la orden de alejamiento obliga al hijo de Ana Orantes a pagar el alquiler de la vivienda conyugal, en la que permanecerá únicamente la mujer, de nacionalidad albanesa, y a indemnizar a ésta con una pensión alimenticia de 240 euros al mes, por invalidez, hasta que se recupere de las lesiones.
El acusado niega la agresión
En su declaración ante el juez, el acusado negó que agrediera a su compañera y presentó una denuncia contra ésta por las lesiones que presuntamente le causó en la espalda, que le provocaron contusiones, y que ha acreditado con un parte médico. Según su testimonio, el acusado, tras discutir con su pareja, quiso abandonar el domicilio conyugal, lo que provocó que ambos forcejearan por las llaves de la vivienda, ocasionando que la mujer cayera y se lesionara, versión que fue corroborada por dos testigos que presenciaron la pelea, amigos de la mujer.
En el juzgado también declaró otra amiga de la víctima, Tania, quien aseguró desconocer que Cristina hubiese sufrido malos tratos por parte de su marido. Por otro lado, Rafael y Francisco, hermanos del acusado, se mostraron convencidos de su inocencia y consideraron la acusación de la mujer de éste "interesada".
-16 DE NOVIEMBRE DE 2004. FUENTE EL MUNDO. MUERE EL ASESINO DE ANA ORANTES. Muere en Granada el ex marido y asesino de Ana Orantes, a la que roció con gasolina y quemó viva. Su asesinato marcó un antes y un después en el tratamiento social de los malos tratos. La mujer denunció en un programa de televisión que temía por su vida.
GRANADA.- José Parejo, condenado a 17 años de prisión por rociar con gasolina y quemar a su ex esposa, Ana Orantes, en diciembre de 1997, ha fallecido en el Hospital Ruiz de Alda tras sufrir un infarto de miocardio en la prisión de Albolote (Granada), donde cumplía condena.
Según confirmaron fuentes de la prisión de Albolote, tras sufrir un infarto de miocardio el pasado viernes, Parejo fue trasladado al Hospital Ruiz de Alda, donde fue sometido, sin éxito, a una intervención el domingo por la noche, falleciendo en la madrugada del lunes. Según publica el diario 'Ideal', el fallecido estaba a punto de cumplir seis años de condena por asesinato, impuesta por la Audiencia de Granada en diciembre de 1998.
Parejo solicitó a principios de año la obtención de un régimen penitenciario que le permitiese disfrutar de salidas esporádicas, pero le fue denegado por la alarma social que podía suscitar. El asesinato de Ana Orantes marcó un antes y un después en el tratamiento social de los malos tratos, y fue el detonante para que el Gobierno anunciase la reforma del Código Penal en materia de violencia doméstica e instase a las víctimas a denunciar.
El presunto agresor, J.P.O., de 39 años, fue detenido la madrugada del sábado horas después del incidente, que tuvo lugar en el domicilio conyugal de la pareja, en Cúllar Vega (Granada).El juez ha dictado una orden de alejamiento contra J.P.O. que, en su vertiente penal, le prohíbe acercarse a su pareja, identificada como T.F. pero conocida como Cristina, a más de 500 metros de ésta durante seis meses, así como a comunicarse con ella bajo ningún medio. En su vertiente civil, la orden de alejamiento obliga al hijo de Ana Orantes a pagar el alquiler de la vivienda conyugal, en la que permanecerá únicamente la mujer, de nacionalidad albanesa, y a indemnizar a ésta con una pensión alimenticia de 240 euros al mes, por invalidez, hasta que se recupere de las lesiones.
El acusado niega la agresión
En su declaración ante el juez, el acusado negó que agrediera a su compañera y presentó una denuncia contra ésta por las lesiones que presuntamente le causó en la espalda, que le provocaron contusiones, y que ha acreditado con un parte médico. Según su testimonio, el acusado, tras discutir con su pareja, quiso abandonar el domicilio conyugal, lo que provocó que ambos forcejearan por las llaves de la vivienda, ocasionando que la mujer cayera y se lesionara, versión que fue corroborada por dos testigos que presenciaron la pelea, amigos de la mujer.
En el juzgado también declaró otra amiga de la víctima, Tania, quien aseguró desconocer que Cristina hubiese sufrido malos tratos por parte de su marido. Por otro lado, Rafael y Francisco, hermanos del acusado, se mostraron convencidos de su inocencia y consideraron la acusación de la mujer de éste "interesada".
-16 DE NOVIEMBRE DE 2004. FUENTE EL MUNDO. MUERE EL ASESINO DE ANA ORANTES. Muere en Granada el ex marido y asesino de Ana Orantes, a la que roció con gasolina y quemó viva. Su asesinato marcó un antes y un después en el tratamiento social de los malos tratos. La mujer denunció en un programa de televisión que temía por su vida.
GRANADA.- José Parejo, condenado a 17 años de prisión por rociar con gasolina y quemar a su ex esposa, Ana Orantes, en diciembre de 1997, ha fallecido en el Hospital Ruiz de Alda tras sufrir un infarto de miocardio en la prisión de Albolote (Granada), donde cumplía condena.
Según confirmaron fuentes de la prisión de Albolote, tras sufrir un infarto de miocardio el pasado viernes, Parejo fue trasladado al Hospital Ruiz de Alda, donde fue sometido, sin éxito, a una intervención el domingo por la noche, falleciendo en la madrugada del lunes. Según publica el diario 'Ideal', el fallecido estaba a punto de cumplir seis años de condena por asesinato, impuesta por la Audiencia de Granada en diciembre de 1998.
Parejo solicitó a principios de año la obtención de un régimen penitenciario que le permitiese disfrutar de salidas esporádicas, pero le fue denegado por la alarma social que podía suscitar. El asesinato de Ana Orantes marcó un antes y un después en el tratamiento social de los malos tratos, y fue el detonante para que el Gobierno anunciase la reforma del Código Penal en materia de violencia doméstica e instase a las víctimas a denunciar.
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