Gabriel García López, en su obra ‘Publicidad institucional: El Estado anunciante’, explica que el poder público se erigió como responsable de los spots institucionales en la década de los años ochenta. Su papel publicitario evolucionó durante la década de los noventa hasta alcanzar el protagonismo que mantiene en nuestros días como agente anunciante.
García López reseña que se trata de una publicidad claramente mercantilizada porque sirve a los medios de comunicación para equilibrar la balanza de ingresos y gastos a través del presupuesto comercial y, que, por tanto, es un tipo de publicidad ‘egoísta’ y en cierta manera dirigida a manipular la mente de los ciudadanos.
Además, este autor recuerda que la responsabilidad del Estado orientada a garantizar la seguridad de la población se ha sustituido por la responsabilidad individual. Algunos de los anuncios que analizaremos insisten en que la mujer debe denunciar el maltrato pero realmente es el Estado el que debe garantizar su seguridad o bien disponer las mínimas condiciones para que, tras la denuncia legal, no pase a engrosar la lista de mujeres muertas a manos de sus parejas.
ESTADÍSTICAS HASTA EL AÑO 2003
García López reseña que se trata de una publicidad claramente mercantilizada porque sirve a los medios de comunicación para equilibrar la balanza de ingresos y gastos a través del presupuesto comercial y, que, por tanto, es un tipo de publicidad ‘egoísta’ y en cierta manera dirigida a manipular la mente de los ciudadanos.
Además, este autor recuerda que la responsabilidad del Estado orientada a garantizar la seguridad de la población se ha sustituido por la responsabilidad individual. Algunos de los anuncios que analizaremos insisten en que la mujer debe denunciar el maltrato pero realmente es el Estado el que debe garantizar su seguridad o bien disponer las mínimas condiciones para que, tras la denuncia legal, no pase a engrosar la lista de mujeres muertas a manos de sus parejas.
ESTADÍSTICAS HASTA EL AÑO 2003
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